Por lo general las personas admiran la letra linda y la caligrafía bonita. Muchas veces decimos, tengo letra muy fea! Pero no siempre la “letra linda” o la escritura perfecta es saludable o beneficiosa. Te cuento las razones por las que la «linda letra» no es realmente buena.
Cuando te hablo de «linda letra», me refiero a una escritura excesivamente perfecta y controlada. Este tipo de escritura o escritura caligráfica se caracteriza por ser lenta y de ritmo rígido. La escritura de velocidad lenta refleja prudencia, reflexión, mientras que la rigidez indica inhibición y miedo.
El exceso de control también puede indicar que busca tener todo bajo control para evitar que se repitan experiencias traumáticas del pasado. Si bien esto puede ser una respuesta válida ante el trauma, puede conducir a un excesivo control sobre uno mismo y sobre los demás.
Otra característica de la “linda letra” o de la escritura perfecta es la falta de variación. Cuando la escritura varía según la situación o el estado de ánimo, se considera una escritura normal, ya que está conectada profundamente con nuestro cuerpo y nuestra mente. Por lo tanto, debería fluctuar según nuestro estado emocional. Cuando una escritura manuscrita que carece de esta variación, podría indicar que ciertas emociones se están reprimiendo.
Escritura rectilínea rígida
Otro indicio de control emocional se encuentra observando los renglones o dirección de las líneas de base de las letras. Si la línea es recta como trazada con una regla, sin suaves ondulaciones, es un índice de que se están controlando las emociones. Se necesita mucho autocontrol para escribir en línea recta!
Esto se puede interpretar como una necesidad excesiva de cuidarse y de tomar precauciones. Si bien tomar un cierto grado de precaución es comprensible y saludable, el exceso puede limitar nuestra confianza en los demás y hasta en nosotros mismos. Puede afectar nuestra toma de decisiones y nuestras relaciones.
La escritura excesivamente perfecta y elaborada puede indicar que se está ocultando algo. Debido a la necesidad de control y represión emocional, estas personas tienden a ocultar cosas. Todos tenemos nuestras cosas privadas, pero en estos casos no sabemos si se están escondiendo temas insignificantes por inseguridad o algo importante.
La escritura manuscrita puede tender a dar más énfasis a la forma o predominar la velocidad. A mayor forma menor velocidad. A mayor velocidad menor forma. Y ambos casos no son ni buenos, ni malos en sí mismos. El tema es cuando son extremos.
En la escritura excesivamente perfecta se pone un énfasis excesivo en la forma. Se interpreta como una preocupación excesiva por las apariencias, por agradar a los demás. Confía demasiado en las opiniones de los otros desperdiciando energía, lo que a su vez socava la confianza en su propio juicio.
Hay que analizar también la firma de quien escribe demasiado perfecto. Puede que la firma acompañe y sea excesivamente elaborada o no.
Puedes leer el Significado de la firma: Coincidencias y diferencias con el texto
La firma refleja la identidad del escritor. Si una firma carece de adornos y es similar a la escritura habitual del individuo, indica que esa persona es auténtica y no tiene nada que ocultar. Es muy probable que esa persona sea igual en público y en privado. En cambio, las firmas demasiado elaboradas. Se hacen excepciones cuando se trata de celebridades y artistas, ya que a menudo son solo una representación de cómo desearían ser vistos, sin importar si son auténticos o no.
Como te comenté en otra publicación tanto la letra de un texto como la firma deberían ser legibles, claras, ni muy grandes, ni muy pequeñas y guardar cierto equilibrio entre curvas y ángulos, entre otras cosas.
Las letras con arcos pronunciados indican ocultamiento y sobrecompensación. Le conceden más importancia a aparentar. Se protege por desconfianza y reserva.
El tipo de escritura caligráfica (en especial si es regular, cuidada, monótona y constante) puede esconder neurosis, bloqueos de las tendencias naturales y represiones. Falta dinamismo y espontaneidad. Es muy posible que quienes escriben así se identifiquen con su rol profesional, con el prestigio, con los prejuicios sociales. Cuando esta identificación se vuelve hábito, resulta inútil buscar detrás de la “máscara”.
Es importante recordar que estos indicadores pueden variar y deben ser considerados dentro del contexto y en conjunto con otros rasgos. Si te identificas con alguno de estos signos en tu escritura, no te sientas mal, por el contrario puedes trabajar en ellos.
Gracias y espero sigas en el blog para seguir aprendiendo!